- ¿Estamos? Ah, una última cosa Arturo. Si esto se decide
para su lado, usted quedará a cargo de Verdecito. Hágale empeño a lo que le
proponga, no me lo deje abandonado. Entiendo que usted tiene una casita en la
mira con muchas antigüedades. Me contó su compadre que el viejito tiene cuadros
valiosos. Si es verdad, los tres la hacemos de oro; yo
tengo picadas muy buenas en donde se les puede sacar un billete grande.
La otra vez, por un Pacheco Altamirano, chiquitito, sacamos tres palitos y sin
movernos del escritorio.
- Estamos. Mañana lo
espero con la respuesta.
Arturo caminaba hacia
la salida del Restaurante cuando escuchó que Verdecito lo llamaba.
- Oiga compadre,
chis, ¿de donde saco tanto tupé?
- ¿Tanto qué?
- Tupé, patudez, poh
longi. Pero la hizo de oro compadrito. Pero
una cosita: no se le vaya ocurrir jugarle chueco a don Angel… ni le digo
como terminaría. Pero si se porta bien, puuu, las tiene todas ganadas…
- Mañana veremos.
(Continuará)
Lunes 4 de Enero de 2015, 22:45
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