Disculpas a los que siguen el relato pero hoy no puedo escribir sino esto:
Hoy
me enteré que había dejado esta tierra una alguien a quien quería y admiraba: Gastonet
Cortés Chappa. No sólo un destacado alumno, sino una persona a la que bastaba
conocer un poco para darse cuenta de su bondad e inteligencia. Fue mi alumno en las cátedras de ética y
filosofía del derecho. Siempre se destacó por sus acertadas intervenciones.
Solíamos, cuando ya la clase terminaba, quedarnos conversando. Muchas veces se nos
hacía muy tarde, entonces le ofrecía
encaminarlo y seguíamos conversando de muchos temas.. Era frecuente que se nos pasara la calle en
donde debía bajarse por lo entretenido de los temas y teníamos que devolvernos. En esas charlas no solo hablábamos de temas relacionados con las
materias expuestas en clases, sino de lo humano y lo divino, en este ultimo
tema siempre aportaba reflexiones llenas de luz que me enriquecieron. Después,
solíamos coincidir en algún tribunal y retomábamos esas preciosas
conversaciones.
Sé
muy bien que estás junto al Señor.
Son
personas cómo él las que nos dejan una tremenda lección de humanidad. Leo las
condolencias de sus compañeros de curso y me doy cuenta de qué no solo dejó una
huella en mí, sino en todos los que le conocieron.
Muchas
gracias Gastonet, fuiste de esos seres que, de verdad, cambian el mundo y lo
hacen mejor.
Hasta
siempre.
La palabra de Dios dice que la semilla para que de su fruto cuando cae en la tierra debe morir, Gastonet, es esa semilla y cada una de la personas que compartieron con èl son su fruto. Lo que el sembró en cada uno de los que compartieron con el germinara en su tiempo. Dios le bendiga y no deseche lo que Dios sembró en usted a traves de Gastonet.
ResponderEliminarWanda.