"Ñuñoa Cuantica" (III)



     Al volver al hotel le contó su experiencia a Sharan Bitta, quién no había querido acompañarlo pues, según su parecer oriental, el encuentro con el pasado debía hacerse en solitario.
  Esa noche Giulio soñó con cada uno de los detalles de su antigua casa, tal como  la recordaba de su infancia. Al despertar consideró que no haber preguntado y pedido permiso para entrar había sido una tontera por lo que se decidió volver, esta vez acompañado de su mujer. Planificaron la tarde y después de visitar los barrios mas típicos de Santiago llegaron a Coventry. Apenas entraron por la Avenida Echeñique Giulio se sintió desconcertado. Su casa no estaba. Miro hacia ambos lados de la calle y  sólo confirmó que la automotora, el hotel y la farmacia estaban tal como el día anterior, pero su casa había desaparecido; en su lugar se  levantaba una galería comercial que atravesaba hasta la otra calle.
    Sharan Bitta insistió en que pudo haberse equivocado, pero Giulio estaba seguro.
“Te consta que vine ayer; no pude haber imaginado este hotel, ni esa compraventa de automóviles. ¿Cómo lo explicas?

“No sé, tal vez fue parte de tu sueño… intuición, no lo sé”

Sábado 6 de Septiembre de 2015, 23:55

No hay comentarios:

Publicar un comentario