Jueves 30 de Abril 2015, 23:45




La lana cruda.

             Inés se enamoró de un chilote cuando acababa de terminar cuarto medio y su curso decidió hacer el viaje de estudios a la isla grande.
             Lo conoció el primer día. Desde hacia tiempo que quería comprarse un sueter rojo de lana cruda. En todas partes le decían que era muy difícil que encontrara uno de ese color. 
        En la feria artesanal de Castro, en el último local y cuando las compañeras le gritaban que se apurara pues el bus ya se iba, Inés encontró su sueter rojo y al amor de su vida. Hace treinta años que vive con él y a pesar de que la vida no le ha sido fácil, se considera muy feliz. Tienen tres hijos hombres. 
     Ayer estaba de visita en Puerto Montt y en el mismo momento que ocurría pudo ver el "pulso de menor intensidad" del Calbuco. Pensó que la tierra aun es muy jovencita...


Miercoles 29 de Abril 2015, 23:15




Maldito querido cigarro.

     Cuando con el pulgar hacemos rodar el rodillo,  se puede ver la pequeña chispa que, como una puntiaguda lengua, amarilla y pálida, va al encuentro de ese aire enrarecido que se enciende.   
       Luego, en el extremo en donde el delgado papelillo blanco termina rodeando la salida del túnel, esas cientos de hebras de tabaco,  con todas las tonalidades del cafe,  hacen contacto con la llama naranja. 

        Se incendian con fuerza, con la pulsión que tiene el fuego cuando lo miran. El cigarro se va consumiendo al tiempo que nos va  entregando esa falsa y transitoria serenidad que a veces nos da lo que nos hace mal.


Martes 28 de Abril 2015, 22:15




      Escrito en 1997
       
         Camino en medio de hostiles elefantes que sólo piensan en su comodidad; corro asustado entre sus piernas de carne dura y esponjosa. A veces vislumbro un pedazo de cielo pero no lo disfruto porque tengo que escapar de las patas gigantesca que podrían triturarme. Voy de calle en calle preguntando y las direcciones que doy no las conoce nadie. 
      ¿Pero adónde quiere ir señor? 
    Qué puedo contestar si no lo sé. Sólo tengo estas direcciones que me dieron...
     Qué puedo hacer si me chantajean con quitarme lo que mas quiero. ¿Qué puedo hacer?
    Ahora me iré acostar pensando en que mañana será otro día y que cabe la remota posibilidad que sea diferente...

Lunes 27 de Abril 2015, 23:30




Nieve y Tiempo

            En el lento transcurrir de la tarde hacia la noche iba despejándose; el cielo, que unas unas horas antes de caer los primeros copos recibía ruidos, iba silenciando los sonidos sobre la tierra y mudando a un azul profundo, ese que sólo podemos ver en la infancia. Las nubes iban convirtiéndose en gigantescas motas de algodón que destacaban sobre el cielo cada vez mas azul, ese azul que sólo podemos ver en ...
Y el silencio contagiaba serenidad..
        Yo miraba extasiado el lento caer de la nieve, sabiendo que  me estaban permitiendo ver el tiempo a la cara, porque cada copo era el tiempo. Ese mirar que luego, cuando crece lo que creemos que somos, nos empaña la vista hasta solo dejarnos ver una realidad sin poesía, como la de los espejos…

    Creo que después, tan feliz, levitaba, me elevaba algunos centímetros; esa elevación que solo es posible a los siete años, antes que la pesadez de lo que creemos que somos nos haga tan pesados...
        Somos mucho menos de lo que creemos que somos y mucho mas de lo que sabemos que somos...

Domingo 26 de Abril 2015, 22:00




El dolor.

       Creo que muchas veces, en cada uno de nosotros, han luchado fe y razón. Cuando tristes acontecimientos nos sacan de la cálida comodidad de nuestras rutinas y nos enfrentan a situaciones dolorosas, intentamos responder a esa  eterna y radical interrogante: ¿Porqué el dolor?
           Ver a niños que sufren por hambre;  personas humildes que se sacrifican diaria y honradamente en un trabajo que apenas les da para alimentar a su familia; repentinas enfermedades mortales que asaltan a personas en la plenitud de sus vidas, catástrofes naturales como las que hemos tenido en el ultimo tiempo, en fin, tanto sufrimiento nos lleva a preguntarnos una y otra vez ¿porqué el dolor? ¿Porqué muchas veces el sufrimiento pareciera ser indiferente para el Dios que,  se supone, nos ama?
            La fe es la respuesta, lo sabemos, aunque en muchas ocasiones es difícil que esa respuesta  nos aquiete el alma. También nos preguntamos, ¿dónde radica la fe?  Pareciera ser que ella reside en el corazón…y ya se sabe que allí donde habla el corazón no es bueno que la razón lo contradiga.
          Llegada nuestra muerte, somos muchos los que, si llegamos donde esperamos llegar y si San Pedro nos diera la oportunidad de estar en presencia de Dios, le diríamos: 
   ¿Amado Padre, nos permites algunas preguntitas...?