"Teoría del Caos" (XVIII)



            A pocos metros de llegar a la cima, el esfuerzo inicial ha desgastado su energía y la bicicleta zigzaguea. Sin mirar hacia delante hace un último esfuerzo, cuando aparece una camioneta blanca que lo choca de frente;  se escucha el crujir de fierros y luego un sonido seco y apagado. El conductor de la camioneta se baja de inmediato y corre hacia el ciclista que se mueve acostado sobre el cemento. Cuando llega saca su chaqueta y se la pone a manera de almohada.
            “¿Me escucha?”
            Artog no responde, a pesar que tiene los ojos abiertos y sigue moviendo sus piernas. “Quédese tranquilo, yo voy a llamar por teléfono a la ambulancia…, tranquilo…”
            Artog esta mareado y no sabe bien qué ha sucedido. Siente que algo le pincha la cabeza; trata de mover su mano izquierda pero no le obedece; con la derecha explora la chaqueta que le sirve de almohadilla hasta que encuentra el metal que se le hace presión sobre la nuca; lo saca y al ver que es una cruz, la tira lejos.
  Escucha lejano el diálogo que sostiene el conductor de la camioneta: “Si, yo, el Padre Gutiérrez. Que le digo que ha habido un accidente en la Avenida Principal, casi al llegar a la antena. Que hay un herido grave… que se vengan volando…”

(Continuará)

Lunes 13 de Julio de 2015, 22:40

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