"San Pedro: una carpa, dos personas" (XXIII)



Querida Claudia.
    Sigue igual. Como te conté en el ultimo correo, le están fallando distintos órganos. Al doctor le sorprende que siga respirando por si mismo.             Sonia llego anoche y desde entonces no le ha soltado la mano. Le puso la cadenita de oro que le enviaste. Dice que cuando se la colocó notó una leve sonrisa, aunque como te imaginaras andamos sensibles, mal interpretamos actos reflejos y al primer movimiento creemos que va a despertar y saludarnos.
     En la última conversación que tuve con él me pidió que le recordará la frase que siempre repetía Arturo Prat: “Dios nos guía y lo que sucede es siempre lo mejor que debe suceder”. Después cerró los ojos. Es curioso, tu sabes que nunca le gustaron mis historias de marino.
Un abrazo.
Maximiliano.



(Continuará)

Domingo 7 de Junio de 2015, 21:00

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