Encuentro en Paris (II)



     Recuerda la tarde en que llegaron del psiquiátrico a buscar a su padre, en la que escuchó por primera vez la palabra esquizofrenia.   Piensa en los vecinos Mittermaier e identifica la raíz del odio. El infierno son los otros, piensa. Tan rubios, altos, fuertes y el tan moreno, tan flaco e inestable, tan carente de todo lo que a los Mittermaier les sobraba. Karen Mittermaier, no puede haber otro ser humano que le haya causado tanto dolor; tan linda ella, tan compuesta y educada, con equitación los fines de semana. A los catorce años soñó ser caballo para tenerla encima y sentir sus glúteos sobre sus espaldas. Rememora la mañana, las doce y media de un día luminoso de septiembre en que el padre le grita a Karen: “Y dale con hablar con este negro curiche, hasta cuando…”La memoria conserva el gesto de Karen, esa sonrisa diabólica con que lo desprecia, ese es un recuerdo que alimenta de vez en cuando para no desfallecer en la lucha. 

(Continuará)

Sábado 8 de Agosto 2015, 22:00

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