“Candidatura”



            Cuando el grupo de partidarios le propuso que se presentara como candidato, se dirigió al podio para agradecer el apoyo y el voto de confianza.
            “Y bueno,- dijo después de toser para aclararse la garganta - acepto encantado. Pocas veces se levanta un candidato desde las bases. Han escogido bien. Yo me comprometo a serles fiel. Pero antes, quiero decirles lo siguiente. Saben que nunca he sido muy trabajador, me tensa,  pero si acepto este nombramiento es precisamente porque me permitirá recibir una buena remuneración… “remuneración”, así se dice ¿no es cierto? No, dieta, bueno como se llame… como decía, me permitirá recibir una buena remuneración sin tener que trabajar mucho. Ustedes me conocen y saben que soy esencialmente egoísta, que me importan un rábano los demás y las cuestiones sociales me tienen sin cuidado. Sólo aspiro a llevar una vida lo mas cómoda posible; tengo muchas ganas de viajar a lugares exóticos, comprarme un auto, que digo, unos dos de lujo, de esos alemanes con insignia, conseguir mujeres preciosas, comer en buenos restaurantes, vestirme con ropa exclusiva de diseñadores italianos. Al principio no esperen mucho de mi, pues primero debo conseguir buenos puestos para mi circulo cercano, ya saben, la caridad empieza por casa y, también por una razón estratégica: la familia y los amigos cercanos son los que siempre apañan; pero bueno, después de unos meses comenzaré a conseguir buenos trabajos para cada uno de ustedes. Si me demoro, paciencia, saben que estas cosas se deben realizar con disimulo, pero insisto, no me anden molestando a cada rato.  Ayer me preguntaban, con bastante ingenuidad, cual seria el programa. La verdad es que  no tengo idea, yo tengo mi programa elaborado según mis conveniencias, por lo que nombrare un comité que elabore alguno. Pero primero hay que testearlo, debe ser diseñado de tal manera que llene las expectativas del mayor numero de electores. Tenemos que pensar que esto no dura para siempre.
            Finalmente quiero volver a reiterarles la confianza que han depositado en este servidor; si en unos meses más me ven soberbio, probablemente con unos diez kilos de sobrepeso y con una amplia sonrisa, es gracias a ustedes, sin su apoyo seguiría rumiando mi amargura. He dicho”

            El aplauso de la sala fue ensordecedor.


Sábado 1 de Agosto de 2015, 23:30

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