Martes 28 de Abril 2015, 22:15




      Escrito en 1997
       
         Camino en medio de hostiles elefantes que sólo piensan en su comodidad; corro asustado entre sus piernas de carne dura y esponjosa. A veces vislumbro un pedazo de cielo pero no lo disfruto porque tengo que escapar de las patas gigantesca que podrían triturarme. Voy de calle en calle preguntando y las direcciones que doy no las conoce nadie. 
      ¿Pero adónde quiere ir señor? 
    Qué puedo contestar si no lo sé. Sólo tengo estas direcciones que me dieron...
     Qué puedo hacer si me chantajean con quitarme lo que mas quiero. ¿Qué puedo hacer?
    Ahora me iré acostar pensando en que mañana será otro día y que cabe la remota posibilidad que sea diferente...

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