“Cerrajero” (XXXV)




            “Ah! Además le dejó este documento; es por si quiere ir usted mismo a notificarse. Me dijo que era para una formalización…”
Ricardo tomó el sobre, lo miró y lo guardó en el bolsillo de la chaqueta.
      “Tranquilo don Ricardo; no pasa nada. Si fuera algo grave ya lo habrían detenido…”
      “Estoy tranquilo, lo que pasa es que primera vez que estoy metido en un asunto legal…
       “Si, lo que pasa es que lo veo medio pálido…”
       “Debe haber sido algo que comí en la calle…”
        “Mmm…
            Ricardo avanzó por el pasillo y apretó con insistencia el botón del ascensor. Al entrar al departamento fue directo a la cocina y llenó un vaso de ron hasta la mitad.
            Se sentó en el sillón del comedor, prendió un cigarro y en tres sorbidas acabo el vaso; leyó  varias veces el documento.
             Miró el reloj: eran las 8:30. Pensó en ir a hablar con Axel Matamala para saber cuales eran sus intenciones. Quizá lo acusaría de haberle robado el maletín con los dólares, lo cual era improbable pues  ¿como podía él justificar tamaña cantidad de dinero en efectivo?.
            El efecto del alcohol no se hizo esperar y comenzó a divagar, imaginándose que lo que estaba viviendo era un sueño, un sueño imaginado por otro. Siempre había llevado una vida correcta ¿cómo era posible que le estuviera pasando esto? En qué momento se le había ocurrido hacer algo tan estúpido; meterse a una propiedad solo para sentir el placer de franquear una tonta cerradura.
Buscó en su chaqueta el celular y llamó a Gloria.
            “¿Hola, cómo estás?”
            “Mas o menos, te quiero pedir un favor, de los grandes”
            “Dime?”
            “Puedes venir a dormir a mi casa,  necesito hablar contigo urgente…”
            “No me digas… el problema de tu amigo… que sé… es tú problema…
            “Sí. ¿Como supiste?
            “Tu amigo se mete a una casa con una ganzúa, tu hobbie son las cerraduras y esas cosas: dos más dos Ricardo…
            “Eso”
           “Ya. Espérame en una hora más y prepara algo para comer o pide algo: Sushi, llama al Furan, el que está al frente de la Guay… y tranquilo… ya voy”



(Continuará)

Miércoles 15 abril 2015,  23:30

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