Lunes 23 de Febrero 2015, 23:10


Una nueva vida (VII)

        Esperó a que las personas que completaban la mesa terminaran de repartir las fichas, comenzó a rodar la bolita. Mientras ésta circulaba en su loca carrera, Louis miró hacia el bar, cruzó la mirada con el barman y modulando exageradamente dibujó en su boca la palabra “Ron”
         - ¡Negro el dieciocho!
         Dubois sintió que se reencontraba consigo mismo. Sin mirar como el crupier iba sumando ficha tras ficha para pagarle; se levantó y se dirigió al bar.
         - Démelo doble.
         - Como ordene.
         Al volver se detuvo en otra mesa; cruzó la mirada con una bella y joven mujer de labios gruesos, alta y de frente ancha. La miró fijamente y, esbozando una leve sonrisa, inclinó su cabeza. Ella correspondió con una falsa timidez. Volvió a sentarse y quiso no mostrar la enorme satisfacción que le produjo ver las torres de fichas situadas frente a su lugar.
         - No le dije don Louis, como en los viejos tiempos.
      Percibió como todas las miradas de los jugadores se posaban en él.
         - Y bueno, hay días y días.
         Volvió a repartir veinte fichas sobre el tapete y otras tantas a color.
    - No va más, no va más, dijo el crupier. Mientras acababa el ron, sintió un golpecillo en su espalda.

    - Que tal tío Louis, ¿de nuevo por las pistas?

(Continuará)


No hay comentarios:

Publicar un comentario