"¿Qué vas hacer de tu vida?" (XXII)


                   Eran las siete de la tarde cuando Roberta bajó del segundo piso, buscó su abrigo azul y salió del condominio.
         Mientras se dejaba mover por el vaivén del bus que la llevaba a encontrarse con su amiga, pensaba en lo sucedido. Roberta intentaba mirarse en el reflejo del vidrio de la ventana, pero no alcanzaba a ver la expresión de sus ojos. Sabia que su amiga intuiría rápidamente que algo importante le había sucedido. Desde los tiempos del colegio, cada vez que le ocurría algo, bueno o malo, su amiga lo detectaba de inmediato y surgía la exclamación inevitable: “Algo te pasa, te conozco, algo te pasa”
          Nunca le había ocultado nada, por lo que rápidamente decidió que le contaría todo lo sucedido.
          Llegó a su casa a las ocho cuarenta y cinco; saludó al grupo familiar de quien le arrendaba la pieza los que, en ese momento, miraban,  hipnotizados, la telenovela de la tarde. Avanzó por el pasillo deteniéndose unos instantes frente a la puerta de su pieza; se arregló el pelo y entró.
          -“¡¿Que pasó, Roberta?! habíamos quedado en que llegarías a las cuatro para ir a tomarnos un helado…. Pucha…, mmm, pero ya veo… algo te pasa, te conozco, algo te pasa”
                -“Ay  Isabel, hoy pasó de todo… Deja sacarme el abrigo, ponerme zapatillas y te cuento…”
       Isabel entro al minúsculo baño y, frente al espejo, se miró los ojos:  sonrió.
                -“Te conté que había entrado a trabajar con  un señor jubilado, un dentista…”
                -“Si pues, me contaste que el viejo te miraba, que era medio verde o verde entero…”
                -“Si. Don Aldo Betancourt. Es que no vas a creer lo que ocurrió hoy”
                -“Sea lo que sea es algo bueno, tu cara, tus ojos no mienten…”
                -"Si... pasó algo bueno, muy bueno, algo que no hubiese imaginado nunca…"
                -“Te hizo algo el viejo… mira que si te tocó, voy ahora mismo y le saco la …”
                -“No, no, nada de eso… o bueno, si, pero no me forzó a nada…”
             -“¿Quéee? ¿Te acostaste con el viejo? A noooo Roberta… ¡tu misma me dijiste que tenia como setenta años… ¡”
               -“Espera Isabel; después que te cuente vas a querer ir a conocerlo. ¡Créeme! y no le digas "el viejo, por fa”
                 -“Pero cuéntame de una vez por todas”

(Continuará)

Jueves 17 de Agosto de 2015, 21:30

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