San Pedro: una carpa, dos personas. (III)



       A las tres y media decidieron irse a dormir. Entraron a la carpa y en silencio se pusieron los gruesos chalecos de lana. Cuando Claudia subía el cierre de su saco de dormir, se acercó Eduardo y le dio un beso en la frente.
         Durmieron hasta que el reloj de Eduardo sonó con un pitido intermitente.
     “¿Que pasa? – preguntó Claudia.
     “Shhh, tranquila, sigue durmiendo…ya vuelvo”
         Eduardo se puso la gruesa parka de plumas; y salió. Caminó hasta el borde del acantilado en la que habían estado en la noche. Estuvo largo rato hasta que los primeros rayos del solo comenzaron a entibiar sus manos. Claudia llegó a sentarse a su lado con una taza de café.
         “¿Que haces?”
         Nada, miro la salida del sol y pienso”
        ¿En qué piensas, Eduardo?
        “Mmm en que hay algo que te tengo que decir pero no sé muy bien cómo, tampoco si lo vas a entender…”
     “Se directo… no des rodeos… dime, ¿de qué se trata?


(Continuará)

Domingo 17 de Mayo 2015, 22:30

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