Martes 12 de Mayo 2015. 22:00




Facho y comunacho.

         En una visión simplista, se le llama “rojo o comunacho” a quien, en forma reiterada  e insistente, pregona el respeto a los derechos. En el otro sentido, “facho” a quien, de la misma manera, aboga por los deberes.
         Estas dicotomías han existido siempre y, por lo demás, son otra manifestación de las numerosas dualidades que se observan también en la misma naturaleza; día, noche, invierno, verano, etc.
         Los madrugadores y los noctámbulos pueden discutir  sobre qué es mejor, si la noche o el día. Pero sería ridículo que alguien sostuviera que es una verdad indiscutible que la noche es mejor y mas agradable que el día o viceversa. Sin duda ambos tienen su magia y encanto y, de alguna manera, la noche hace que el día exista y viceversa.

         Los derechos son importantes, pero no más que los deberes; puede que en las últimas décadas se haya insistido más en aquellos por los groseros atropellos que sufrieron una clase especial de ellos, pero no es menos cierto que quienes los violaron no lo hubieran hecho si hubiesen obedecido a los deberes que impone el respeto a la dignidad humana.

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