A las tres y media
decidieron irse a dormir. Entraron a la carpa y en silencio se pusieron los
gruesos chalecos de lana. Cuando Claudia subía el cierre de su saco de dormir,
se acercó Eduardo y le dio un beso en la frente.
Durmieron hasta que el
reloj de Eduardo sonó con un pitido intermitente.
“¿Que pasa? – preguntó
Claudia.
“Shhh, tranquila, sigue
durmiendo…ya vuelvo”
Eduardo se puso la
gruesa parka de plumas; y salió. Caminó hasta el borde del acantilado en la que habían estado
en la noche. Estuvo largo rato hasta que los primeros rayos del solo comenzaron
a entibiar sus manos. Claudia llegó a sentarse a su lado con una taza de café.
“¿Que haces?”
“Nada, miro la salida del
sol y pienso”
“¿En qué piensas, Eduardo?”
“Mmm en que hay algo que te
tengo que decir pero no sé muy bien cómo, tampoco si lo vas a entender…”
“Se directo… no des rodeos… dime, ¿de qué se trata?
(Continuará)
Domingo 17 de Mayo 2015, 22:30
Domingo 17 de Mayo 2015, 22:30
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