Tuvo que apura los preparativos. El
martes en la mañana se le ocurrió cómo inspeccionar la puerta. Habló con el
administrador comentándole que sería bueno hacer un catastro de las luces
faltantes en los pasillos, pues si bien en algunos nadie reclamaba, la falta de
luz contribuía a desvalorar el edificio. Con ese pretexto se dirigió al piso décimo; comprobó
que la chapa era la original y que, en principio, no debería tener problemas
para franquearla. Cuando llegó frente a la puerta, acerco el oído y pudo escuchar
lo que le pareció un comercial de televisión.
Midió los pasos para llegar a la escalera; revisó el pequeño espacio
para el conducto de la basura (inclinando un poco la cabeza, podía refugiarse ahí
en caso de emergencia); antes de bajar al piso noveno, volvió a apoyar el oído en
la puerta y esta vez tuvo la certeza: Matamala veía una telenovela mexicana.
(Continuará)
Domingo 29 de Marzo 2015, 22:45
Domingo 29 de Marzo 2015, 22:45
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