"Cerrajero" (II)
Su pieza tiene una pequeña terraza que da hacia la Plaza
Victoria; en ella, los días viernes, se fuma un puro y toma media botella de
vino tinto. Las ventanas están cubiertas
por gruesas cortinas que en los días de verano no dejan pasar siquiera un rayo
de sol, pero que en invierno conservan el calor.
Debajo de su cama, de dos plazas, esconde un maletín; en
él tiene todo un arsenal de herramientas: destornilladores, limas, brocas y ganzúas
de todo tipo; de gancho, de rastrillo, tubulares. En otra maleta guarda una colección de
cerraduras antiguas; de loba, de molinillo, de bombillo, de tambor pines.
Los
días viernes, cuando el vino comienza a hacer sus efectos va a su cuarto, se
viste el pijama de franela celeste, saca
su colección de cerraduras, las esparce sobre su cama y con la lupa las vuelve
a analizar con una leve sonrisa.
(Continuará)
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