Hace un par de días asistí a un curso de capacitación; se trataba de la nueva y vieja normativa para borrar antecedentes penales de personas condenadas. En la buena exposición de una abogada de Genchi, se explicó que mantener los antecedentes "sucios" era un elemento que hacía aún más difícil que los condenados pudiesen encontrar un trabajo y, de esta manera, reinsertarse en la sociedad. Pero el problema se agravaba pues los efectos se extendían a los parientes cercanos del condenado que postulaban a las FF.AA y de Orden.
Recordé inmediatamente la historia contada por Esteban Paredes (un tan buen jugador que, a veces, me hace creer que es de S. Wanderers). Cuenta Paredes que desde adolescente quiso ser funcionario de la PDI y que, cuando había pasado todos los exámenes de admisión, en la última entrevista se le dijo que no podía ingresar pues tenia un pariente (primo) con antecedentes penales. Dice el jugador que se sintió muy desilusionado, pero que supo salir adelante.
Que distinto destino hubiese tenido de haber entrado a la institución. Hoy, supongo, no sólo gana unas treinta veces mas que el Director General, sino que es un hombre realizado y feliz.
También recordé una vieja historia de la tradición rusa: ¿buena suerte? ¿mala suerte? Quien sabe...
Jueves 11 de Junio de 2015, 23:10
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