"San Pedro; una carpa, dos personas" (XX)
Eduardo:
No te imaginas lo feliz
que me has hecho con el correo de ayer. Me acordé de Artaud y de su “no es
posible que al final el milagro no estalle…” Ayer cuando hablamos no supe
decirte todo lo que sentí cuando recibí tu carta; cuando te hablo por teléfono
me tupo, es como si la distancia transformara tu voz, me vuelvo insegura. Pero estoy feliz! Felicisisima si acaso existe esta palabra!
A veces imagino que de la noche a la mañana
despertaré y todo lo que te pasa o, mejor dicho, “nos pasa” es solo una
pesadilla.
Me aprobaron la tesis así es
que el camino para convertirme en diseñadora gráfica se acorta cada día.
Cuando llegue a Londres quiero ver el libro sobre arquitectura inglesa que te
regalaron. He pensado que si nos vamos a vivir a San Pedro podríamos hacer un
libro en conjunto sobre la arquitectura nortina, en fin, pienso tantas cosas para cuando vuelvas, que las voy a tener que anotar en una agenda. El otro día estaba
diseñando la casa que podríamos hacernos ¡de adobe! (¡si, sé que la idea te ha
iluminado!, te conozco mosco...)
En las noches hago tantos planes que termino agotada….
A pesar de todo lo malo que ha sido esto, algo bueno
ha salido y eso es que cada día me siento más cerca de ti, más segura. Me has
dicho cosas que en cinco años no te había escuchado. Esta prueba nos ha enriquecido
mucho; lo veo, lo siento, lo leo, lo escucho. Tu sinceridad me enamora cada
día. Si antes me fascinaba tu inteligencia ahora es todo, tu forma de enfrentar
la enfermedad, la fuerza, el optimismo. Esto no puede salir mal, y con la ayuda
de Artaud veras que el milagro estallará en cualquier momento.
Te amo.
Claudia.
(Continuará)
Jueves 4 de Junio 2015, 18:00
Jueves 4 de Junio 2015, 18:00
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