Ha
caminado cuatro horas por todo Paris. Siente sus pies, imagina que de un
momento a otro explotaran. En Sain Germain des Press reconoce a Madame
Jacqueline que aun vende crepes de castañas al ron. Recuerda sus días como
estudiante de sociología y el descubrimiento de Freud, Hayek, Proudhon,
Friedman, Marx; Neruda y Whitman.
Siente
el cuchillo adherido con elásticos a su tobillo. Sabe que queda poco tiempo y
piensa en sacarlo para tenerlo en el bolsillo pero desiste. Se cruza con un
grupo de turistas orientales que le sonríen. Le irrita la falsa amabilidad con
que le abren camino. Se lleva la mano a la frente y palpa el sudor. Otro racimo
de recuerdos reclaman ser rescatados a la superficie de su conciencia: el éxito
de su primer encargo. No quedó nada de
puente. El seguimiento incansable durante dos años del general Perez Strappen,
su ajusticiamiento en los faldeos cordilleranos luego de una suave y lenta tortura de cigarros apagados en los
genitales.
En
cada esquina va relacionando un recuerdo cruel y doloroso, como las catorce estaciones del catolicismo; en la Rue de Gay Lussac; ahogado con el agua y las
lentejas; su madre acuclillada y sangrando por la nariz; en el Boulevard Saint
Michel, Karen Mittenmaier y su desprecio; en la Rue de Ecoles, la violación de
Teresa frente a él en los subterráneos del
cuartel general; el hambre y la
tristeza infinita sentida recorriendo a pie toda la Avenida Tobalaba de Santiago
de Chile; en la Rue Racine la peña del Francés y su vino navegado.
(Continuará)
Domingo 9 de Agosto 2015. 20:00
Domingo 9 de Agosto 2015. 20:00
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