"Mala Venganza" (II)


     La noche del domingo planificó detenidamente el recorrido del lunes. Pensó que lo mejor era dejar el auto en un lugar seguro y hacer el recorrido a pie.  Mirando un plano de la ciudad concluyó que el mejor lugar era la parte posterior de un supermercado en que trabajaba, cuidando y lavando autos, un antiguo conocido del barrio.
   El lunes se levanto al amanecer para evitar los tacos y partió en su impecable auto amarillo escuchando radio. De vez en cuando se miraba en el espejo retrovisor y sonreía.
   Llegó a Irarrázaval a las 8:15 pero su amigo no estaba. Estacionó el auto a quince metros del grifo amarillo, distancia que midió dos veces.
   Mientras caminaba en dirección a Pedro de Valdivia, volvía la cabeza para volver a sentirse propietario de esa pequeña maravilla amarilla.
  Durante la mañana visitó cinco clientes, registrando sus pedidos; todos lo felicitaron y le desearon suerte.

   A las doce en punto, después de haber caminado durante horas, decidió volver por el auto para dirigirse a la comuna de la Florida, aun le quedaban cinco visitas.

(Continuará)

Lunes 31 de Agosto de 2015, 21:00


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