Elena lo siguió, mirándole fijamente
el pelo negro, las espaldas y disfrutando el tono de su voz, oyendo, pero no
escuchando.
Llegaron a la terraza que permitia
una vista completa a la bahía.
-“Le decía si prefiere café o un
jugo..”
- “Perdón, estaba disfrutando de la
vista; tiene la mejor, desde aquí se ve todo tan diferente… un café cargado
estará bien..”
Elena había llegado a las tres de la
tarde y recién, cuando daban las seis y
media, se detuvo frente al espejo de la entrada y vio su cara sonriente; se arregló
el desordenado pelo y salió dejando la puerta entreabierta.
Caminaba respirando profundamente el
aire yodado del mar, sonriendo. Estaba feliz. Por un momento dudó si detenerse para entrar a la pequeña iglesia y agradecer lo experimentado aquella
tarde, pero sólo se persignó. Al llegar a su casa abrazó a su marido y le dijo:
“Quieres que te prepare algo rico para cenar?
(Continuará)
Domingo 5 de Julio de 2015, 22:00
Domingo 5 de Julio de 2015, 22:00
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