Elena
era una mujer rellena, de cara redonda y ojos verdes. Aunque tenía solo treinta
y dos años, representaba cuarenta. Desde su matrimonio había luchado incansablemente
para sacar adelante a su marido, tejiendo y reparando redes y, en los veranos,
vendiendo pescados en la caleta. Tenia fama de ser una mujer dura y directa.
Hace tres años había protagonizado un pequeño escándalo cuando, en la noche de
navidad, había sacado a empujones a su
marido del bar en el que se estaba gastando el dinero. Los que la conocían
valoraban su agudeza, su capacidad para simplificar problemas y sobre todo,
para llevar adelante todo lo que se proponía.
Sus
amigas le preguntaban incesantemente qué es lo que había ocurrido la tarde del
domingo; pero ella se mantuvo firme en contestar que sólo habían conversado.
Pero el cambio en su personalidad era notorio; se vestía diferente, sonreía
mucho y se enojaba menos. Sólo a Fresia, su amiga de la infancia, le contó más, pero haciéndole prometer
que nunca, a nadie, revelaría lo ocurrido.
-“Es
que es el hombre mas extraordinario que he conocido en mi vida. Desde que entré
a su casa, maravillosamente decorada, mágica, me sentí como transportada a otro
planeta, un planeta en donde todo era como tenia que ser, en donde todo era justo;
las palabras, los gestos, las respiraciones. Todo, Fresia, todo.
-¿“Pero
te acostastes con él, guachita”?
-
“Eso me lo llevaré a la tumba, pero sí te digo, que fue la experiencia mas
linda que he tenido … de alguna manera, estar con él, me hizo sentir
maravillosa, iluminada. Es que hablamos de tantas cosas; hubo momentos en que,
y esto te va parecer muy loco, pero en algunos momentos hablábamos sin hablar.
Él me lo enseñó, sin enseñarme. Lo que sí
te puedo contar, es que no es polaco o húngaro, es simplemente un arquitecto
que vivió mucho tiempo en Canada, donde ganó mucho. Luego, por unos años
vivió en Valparaiso, y después, cuando decidió dedicarse por completo a la
pintura, compró esa casa. Tiene miles de historias, sabe mucho de todo; la
historia de este pueblo la conoce mejor que nadie. Es de una vitalidad, de un
entusiasmo que contagia, que te abre ventanas… Luego de un rato te hace sentir
que la vida, a pesar de todo, es maravillosa. Tiene muchos intereses, en Canada
escribió un libro sobre arquitectura.. no sé…. es como de otro mundo. Cuando
estás con el, su mirada te transforma en lo mejor que puedes ser… te hace linda, te hace mucho mas inteligente de lo que, supuestamente uno es.
-”¡Chuuuu…
te enamoraste!”
-
“No Fresia, pero me enseñó lo que es amar en todos los sentidos imaginables.
Hay una historia triste detrás, pero la está superando. Solo necesita soledad”
-
“Y mira lo que son las cosas: hoy amo a mi marido más que nunca”
-“Pero
cuenta más, guachita…”
Tiene una sabiduría que te deja
perpleja… en cualquier observación que hace… Mira, por ejemplo: ¿tú sabías que
las gaviotas, todos las aves, los pájaros, tienen los huesos huecos…?”
(Continuará)
Lunes 6 de Abril de 2015. 22:00
Lunes 6 de Abril de 2015. 22:00
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