Hay
una mano que escribe lápiz. Luego un ojo
negro que lee lo escrito. También hay un corazón que busca decidirse. Adriana esperaba una
señal pero el buque zarpó sin que se diera cuenta. Ahora mira el mar desde el
ojo de buey, mientras la hoja blanca en donde ha escrito la palabra lápiz se ha desplazado hasta el borde de la mesa. Adriana
espera que baje el capitán. Conversaran sobre la mano que escribió la palabra
lápiz. Los ojos de ambos miraran lo
escrito y decidirán juntos el destino.
Cuando Adriana escucha que el capitán golpea la puerta de su cabina, recuerda el beso que se dieron en un escaño de la Plaza Echaurren.
Jueves 23 de Julio de 2015, 21:20
Jueves 23 de Julio de 2015, 21:20
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