- “Estas loco, no me metas en tus huevadas. Pero no entiendo: ya
estuviste en la cárcel. ¿No se supone que ese es un tiempo para arrepentirse y
… bueno, no volver a cagarlas?”
- “Y que queris... con papeles limpios hay poco trabajo, si teni
antecedentes no te contratan, y, si lo hacen, te pagan una mierda…”
- “Pero lo ganas tú y en libertad…”
- “Bueno… piénsalo y después me dices.
Pasando a otro tema ¿Que es de tu
tía Sonia… ¡que me hacia reír tu tía, oye!… recuerdo cuando te fue a buscar a
la cancha y con un palo nos quería pegar a todos … tan compuesta que se veía y
nos agarró a chuchadas… y te gritaba: “andas
todo mariguaneado, por Dios ¡Arturooo que vas hacer de tu vida!”
- “Ahí anda, sigue igual de hinchadora. Ya no vivo con ella.
- “Te quiere harto esa vieja…”
- “Si. Yo tambien la quiero, pero
no cacha… Pero igual, yo le estoy agradecido, mucho, pero no me entiende…"
Esa tarde Arturo comió como no recordaba haberlo hecho en meses.
A las cinco, “Verdecito”
pidió la cuenta y pagó sin dejar que Arturo dejará, al menos, la propina.
- “Tranquilo compadre, vos andai pelado … hoy por ti, mañana por mi y
sabis que má; toma” dijo Verdecito, extendiéndole un fajo de billetes.
- “No, cómo se te ocurre… “
- “Compadre: tomelo como un préstamo: cincuenta luquitas no le van hacer
mal. Además así piensa en lo que le propuse poh, en una de esas lo cavila mejor
y se decide. Anote mi celular compadre”
Intercambiaron telefonos y se despidieron
con un abrazo.
(Continuará)
Miércoles 2 de Diciembre de 2015, 22:00
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