-“Llegamos a su pieza y ten ” ía todo arreglado; sobre el velador, que había separado de la cama, una botella de champaña en un jarro de
metal; unos chocolates en una caja muy fina y un florero con rosas rojas. Ahí
me anduve sintiendo porque era como si daba por hecho que yo le iba a aguantar
poh, nunca tan fácil… Me ofreció una copa y me dijo algo así: Roberta, te has
dado cuenta que no puedo resistirme, me cuesta mucho incluso dejar de mirarte
pero quiero que sepas que nunca te obligaría a nada. Si no quieres que pase, no
pasará; solo te puedo decir que si bien me atraes, nunca me perdonaría hacerte
daño. No es mucho lo que te puedo ofrecer, salvo este corazón que te quiere
desde el momento mismo que te vio
-“Chuuu! el viejo se la sabe por libro…”
-“Te dije que no le dijeras el viejo”
-“Ya poh, que mas hizo don Aldo…?
-“Bueno, ahí conversamos un rato. Yo le dije que tenia miedo
que fuera a pensar mal de mi porque apenas lo conocía, pero que el beso me había
gustado, que hacía tiempo que estaba sola, que
no sabia muy bien que es lo que
sentía; quedó mirándome un rato y luego
me dijo que el también era un corazón solitario, que sentía que podía amarme, no
solo físicamente. Que sabia que la diferencia de edad era mucha pero que para él
no era problema, pero pensaba que para mi podía serlo…”
-“Y mientras le ponían entre pera y bigote…”
-“Si, no tanto, un rico y suave champaña en unos vasos
precioso. Como ya estaba oscureciendo, prendió una luz muy tenue y me volvió a
besar.
-“Ya poh ¿y?
-“Chis no todo poh, ahí pasó lo que tenia que pasar. Al
principio pensé que le costaría porque solo me acariciaba… todo muy lento…pero
poco a poco se fue encendiendo … y yo con él”
(Continuará)
Lunes 21 de Diciembre de 2015, 23:00
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