“Cerrajero” (XXVI)



      El lunes siguió  inquieto; presentía que algo había hecho mal, que no había sido suficientemente cuidadoso y previsor. En la tarde, al llegar del trabajo, don Jorge le informó que hacia poco “un señor” había preguntado por él, pero no había dejado su nombre. Lo tranquilizó el que la descripción correspondiera a un viejo amigo, compañero de curso del liceo Pedro Montt.     A las nueve de la noche fue hasta el paseo Atkinson pues, desde el mirador, se podía ver si acaso el departamento de Matamala tenia alguna luz prendida. Le costó algunos minutos individualizar el piso pero pronto comprobó que, efectivamente, las del comedor y la cocina lo estaban.


(Continuará)

Domingo 5 de Abril  2015, 23:30

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