Pero no eran tanto las posibilidades
de lo que podría ocurrir lo que le quitaba el sueño sino el saber que no tenia
poder para borrar el pasado; hasta entonces, su vida había transcurrido monótona
y tranquila, sin aventuras pero sin sobresaltos; ahora experimentaba lo que
algunos compañeros de trabajo llamaban estrés, palabra que siempre le había
parecido ridícula. “Es que Ricardo es operado de los nervios ..” solían decir.
Esa noche sólo se pudo quedar
dormido a las tres de la madrugada. Despertó convencido que era día sábado;
solo después de ir al baño reparó que era viernes. Se ducho, vistió y salió de
su departamento.
Al llegar a su cubículo, buscó la
carpeta de depósitos personales y comprobó que tenia todos los antecedentes:
cada uno de los recibos de depósitos que había hecho desde el primer mes en que
había sido elegido tesorero. El libro de registros de ingresos y egresos
también estaba al día. Fue hasta la fotocopiadora del segundo piso, sacó copia
de todo; armó la carpeta y a las diez treinta la subió a gerencia para entregarla.
Oriana, la secretaria, lo miro con los ojos muy abiertos, como si sospechara
que algo no andaba bien.
“¿Pasa
algo, don Ricardo?”
“Nada
Oriana, solo una aclaración de depósitos…”
“Que
bueno, pensé que era algo mas grave…”
(Continuará)
Sábado 11 de Abril 2015, 22;30
Sábado 11 de Abril 2015, 22;30
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