Apenas
Giulio terminó con su pequeña biografía,
notó que la lámpara oscilaba suavemente. La mujer lo miró sin entender
porqué tenía fija la mirada en el techo, hasta que el movimiento del edificio
se hizo tan evidente que a Giulio no le cupo duda que estaba temblando.
“¡Earthquake!”
dijo la mujer, abrazando a Giulio.
“Easy,
easy”
A
medida que la oscilación iba en aumento, la mujer se apretaba y escondía la
cabeza en el pecho de Giulio.
“Va
a pasar, tranquila… tranquila”
Un
vaso de agua que estaba en la repisa de vidrio del baño cayó al piso.
Escucharon gritos ahogados provenientes del pasillo.
Sin
dejar de abrazarse se acercaron al dintel de la puerta.
Por
tres minutos y medio permanecieron de pie movidos por el vaivén y sin dejar de
abrazarse.
Al mismo tiempo que el movimiento decrecía, la
mujer comenzó a tiritar.
“Bajemos”
“Si,
por las escaleras”
Giulio
iba adelante sintiendo la mano de la mujer en su hombro.
Miércoles
16 de Septiembre de 2015, 21:00
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