¿Me dices que no es natural que una madre envidie la vida
que ha tenido su hijo? Pues te equivocas. Mira, salgamos a dar un paseo que
este olor a flores me ahoga.
Aquí sí, aquí está
mejor, mas fresco y no tengo que poner la cara de cariacontecida que todos
esperan. Escúchame antes de juzgarme, no te apresures.
Eres mi mejor amiga y a ti no te voy a mentir; bueno, no
podría mentirte porque tu quizá me conoces mejor que nadie y has sido testigo
de mis setenta años.
Me casé con Benjamín a los diecisiete ¿lo recuerdas? No
estaba enamorada o, mejor, no sentía lo que en aquellos tiempos pensábamos que
era el amor. Tú misma, mis padres, todo mi entorno me dijeron que lo mejor era
que mi hijo creciera dentro de un
matrimonio y así lo hice; me casé con alguien que no amaba. Benjamín era osco, frio y mal genio pero me
fui acostumbrando. No creas que lo hice por la buena situación económica que
tenia, sino porque pensaba que mi destino ya estaba predicho y nada podía
cambiarlo.
¿Porqué te sonríes? No te preocupes, siempre he sabido que
ustedes creen que la vida acomodada lo era todo para mi y la verdad es que no
era nada, nada. Sí, sí, sé que gastaba como país en guerra, pero era para
mitigar la gran soledad que sentía. Bueno, te decía que mi relación con Benjamín
fue desastrosa, pero sin escenas ni gritos ni infidelidades, al menos por mi
parte. ¿El? Supongo que me fue infiel varias veces, pero créeme, ni siquiera
hacia la vista gorda: no me importaba, me daba lo mismo. Pero mi vida no
importa. Es de Fernando de quien te quiero hablar, mi hijo Fernando y de porque
lo envidié siempre. A él se le dio todo, gratuitamente, sin esfuerzo hasta la
muerte se le dio fácil. ¿Le viste el rostro antes de que taparan el ataúd? ¿No
te pareció que su rostro pálido disimulaba una sonrisa satisfecha?
¿Que qué clase de envidia? No, no te asustes, no es la envidia
malsana. Es aquella que nace de haber contemplado una vida en donde todo se dio
sin dolor, sin tristezas, sin angustias.
¿Que como lo sé? Tienes razón, nunca leí sus pensamientos,
pero déjame contarte y después me das tu opinión.
(Continuará)
Viernes 9 de Octubre de 2015, 23:55
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