"La vida fácil" (VI)


 ¿Te das cuenta Isabel? ¿Cómo hizo para encontrar tanto equilibrio? Su vida me llena de interrogantes y, lastimosamente, sólo puedo responder con balbuceos y justificaciones que ni yo misma me creo.
  Desde que era una niña esperaba que, en algún momento, mi papá me llamaría para decirme, solemnemente, cual era el secreto de la vida. Creo que siempre esperé ese llamado y nunca lo hizo.       Ya estoy en los descuentos, por así decirlo, y mi única esperanza es encontrar una respuesta.  Durante años me psicoanalicé. Recuerdas lo seguido que iba a Buenos Aires. Nunca te conté; ustedes pensaban que yo iba a comprar zapatos y ropa, pero no, iba a sesiones con el que se suponía tenia las respuestas o me iba a mostrar el camino para encontrar las mías. Pero nada: al cabo de siete años salí por la misma puerta que entré. Después se me dio con el Tarot, a los años, con Osho, en fin, no hubo nada que siquiera me diera una clave. Toda una vida para encontrar un sentido y nada. Pero no es tan trágico como suena. Cada uno tiene su camino y ahora pienso que me camino era eso: buscarlo incesantemente.  ¿Te aburro?.
 La verdad es que no sé porqué te cuento todas estas cosas. Quizá simplemente para que compruebes por ti misma que la vida fácil que ustedes me atribuían no era tal.
  ¿Te acuerdas de la nana que vivió con nosotros como veinte años, hasta que Benjamín se tituló,  la Edelmira?. Yo la envidiaba tanto, Isabel.  Era tan serena, sencilla, tan ubicada, con ese sentido del humor único; se burlaba de Benjamin en su cara., con unas ironías que lo dejaban calladito. Sin ella mi casa hubiese tenido la alegría de un cementerio. ¿Me dices que le pedía poco a la vida? Puede ser, pero era porque la vida le daba todo lo que necesitaba para ser feliz. No necesitaba más. Siempre me decía: “Señora, usted lo tiene todo… no busque. No hay nada que encontrar, sino lo que tiene en esta casa: su marido, su hijo, sus amistades. Porqué no se conforma. ¿No se da cuenta que no estar agradecida con la realidad que le toco es casi un pecado?” Siempre que hablaba de sus problemas decia eso: es lo que me toco. Te das cuenta Isabel.   Una nana me daba cátedra de cómo vivir. Pero bueno. ¿Sabes porque llegue tan temprano hoy? Porque precisamente la Edelmira, hace un año, cuando se fue al sur, me dijo: Señora, hable con el cura Belarmino. El sabe mucho. Y bueno, aquí estoy, quiero hablarle; él va a hacer la misa de responso.

 Vamos, entremos a la Iglesia.

(Continuará)

Miércoles 14 de Octubre de 2015, 21:30

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