"La vida fácil" (IX)

   Pasé la semana pensando en lo que me había dicho y, sobre todo, en lo que yo le había contestado. Me sentí avergonzada porque de pronto comprendí que había vivido en el egoísmo. Incluso lo hablé con Benjamín y, contrariamente a lo que suponía iba a decirme, me dijo que el también había ido a hablar con él sobre algo parecido, pero no me dijo más. ¿Lo puedes creer, amiga? Benjamín, el que siempre tenia respuestas y explicaciones para cualquier cosa, el que se burlaba de todo lo que yo hacia para intentar comprender. ¿Ves? la vida te enseña a palos y hasta el más duro termina por rendirse, agachar la cabeza y escuchar.
 Pero déjame seguir. El lunes pasado volví a verlo y conversamos mucho. Me preguntó por el viaje a la India que hice el año pasado; que qué había visto. Le conté que el Gurú era un fiasco y que, al igual que el Maharishi de los Beatles, andaba a la caza de mujeres bonitas, punto. Me dijo si acaso me había sorprendido la pobreza que existe allá.  Y ¿ves Isabel? Nuevamente me mostró como yo no dejaba de mirarme el ombligo. En fin. Le pedí que me enseñara que me guiara y quedó encantado, pero que no esperara muchas palabras. Me preguntó si acaso no estaba cansada de buscar respuestas en las palabras. Le dije que si, que eso era precisamente lo que me producía el tedio, la desesperanza, esta tristeza inexplicable  En ese momento me tomó las manos y me dijo si acaso no me gustaría probar otro camino. Le dije que por supuesto, que ya era hora que encontrara lo que en estos últimos cincuenta años había buscado sin éxito.
 Bueno, dijo, comenzaras el próximo miércoles.  Consíguete una camioneta con tu marido y te vienes para acá.
 Eso fue ayer.



(Continuará)

Sábado 17 de Octubre de 2015, 22:30

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