Llegó al paradero en el mismo momento que comenzaba a caer
una delgada llovizna. Un pasajero en espera le confirmó que por allí pasaba el
bus 203. Julia era una mujer atractiva; pelo castaño con brillos como de oro
viejo combinaban con su piel mate. Esa tarde llevaba un vestido negro de dos
piezas que su hermana le había obligado a ponerse. “Entrevistaras a un
personaje, y ya sabes: como te ven te tratan hermanita” le dijo en la mañana,
colgándole, además, un collar de perlas.
Aunque
había dejado de fumar hacia seis meses se sintió tentada de comprar una
cajetilla. Un kiosko, a escasos metros del paradero la decidió. Abrió la
cajetilla y prendió un cigarro. En el mismo instante que aspiraba el humo una
gruesa gota de lluvia cayó sobre su extremo encendido y no tuvo mas remedio que
botarlo.
En la
mañana la editora le habían encargado entrevistar al personaje. Aunque había
pedido muchas veces esa entrevista, ahora la inundaba la inseguridad. Durante
el fin de semana leyó todo lo publicado sobre él. Buscó en el bolso el papel
con la lista de preguntas y las volvió a repasar.
“Este es el bus” escuchó decir a la persona a la que minutos
antes había preguntado.
Pagó con
las monedas justas. Avanzó por el
pasillo y se sentó en la ultima corrida de asientos.
Estaba contenta y la música un tanto estridente del bus, le
dio confianza. Por primera vez sería capaz de hacer el periodismo con el que se
había comprometido. La editora le había aconsejado que tuviera cuidado pues
“uno nunca sabe el poder que tienen estas personas” Pero ella estaba decidida,
aun conjeturando que podría perder su trabajo.
Sólo
quedaban algunas cuadras para llegar. La música fue abruptamente silenciada y
un locutor anuncio la noticia: hoy fue detenido Dámaso Feliú en el aeropuerto
internacional, luego que ayer se conociera la investigación por soborno hecha
por su secretaria….”
Domingo 22 de Noviembre de 2015, 22:30
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